Adamski, contacto con Venus
Fecha Miércoles, 18 febrero a las 09:28:47
Tema Noticias


El 14 de febrero de 2015 se publicó en “Principia”, el suplemento de divulgación científica del periódico “Diario de Avisos” de Santa Cruz de Tenerife, coordinado por Verónica Martín, el artículo titulado “Adamski, contacto con Venus”, escrito por Ricardo Campo Pérez, Doctor en Filosofía y miembro del Aula Cultural de Divulgación Científica. Por su gran interés lo reproducimos más abajo. Se puede descargar el artículo en su formato original en ESTE ENLACE.

Adamski, contacto con Venus.

En cuanto los platillos volantes se presentaron en la Tierra en los años 40 (es un decir, no se lo vaya a creer el lector) y fueron explotables comercialmente, aparecieron los típicos avispados que siempre andan al acecho de los crédulos irrecuperables. Los avispados fueron en esta ocasión los contactados con las entidades alienígenas que se paseaban por el planeta, y el más popular y el primero, según la ufología religiosa, fue  George Adamski (tiene voz en Wikipedia). Yo lo cito siempre en mis charlas críticas sobre los platillos volantes, y la gente sonríe con las cosillas que dijo el ocultista polaco-norteamericano, tan amante de la astronomía, la espiritualidad, el dinero y las mujeres. El amigo con el que Adamski mantuvo una conversación en el desierto de California en noviembre de 1952 sobre lo mala que es la gente de la Tierra procedía de Venus, se llamaba Orthon y era una especie de elfo de la Tierra Media. Venus anda por los 400º de temperatura, pero éste es un detalle menor. Adamski era un ocultista que había fundado la Real Orden del Tíbet y frecuentaba asociaciones metafísicas en California. Su rollo era una mezcla de cristianismo, budismo, teosofía y espiritismo, y contaba, remedando a Blavatsky, que había sido iniciado en el Tíbet y creado una orden monástica para difundir sus enseñanzas. Tenía una casa de comidas donde servía hamburguesas cerca del observatorio de Monte Palomar, lo que le valió para pasar a la historia como astrónomo, aunque ustedes no se lo crean.



En España, Juan José Benítez nos habló en alguna ocasión de Adamski. Hace unos días vi un articulillo del citado en Diario de Avisos publicado en una sección que se llamaba “Al filo del misterio”, con fecha 8 de marzo de 1981. Allí Benítez nos dice que Adamski “sigue siendo una incógnita”. ¿Seguirá pensando hoy lo mismo? Bueno, esto es completamente irrelevante, así que por mí como si piensa que Adamski viene justito después de Edwin Hubble (si el lector visitó a Adamski en la Wiki debe visitar también a Hubble, que lo merece más).

Benítez en su artículo nos dice que “… un buen día del mes de octubre de 1946 Adamski vio a simple vista una gigantesca nave que planeaba sobre las crestas de las montañas situadas al sur de Monte Palomar, en dirección a la ciudad de San Diego”. Por supuesto, jamás se me ocurriría poner en duda tal cosa. “Adamski, intrigado, mantuvo esa misma noche una larga conversación con seis oficiales de las Fuerzas Aéreas, quienes afirmaron que aquel objeto no era de origen terrestre”. ¿Para qué queréis más pruebas, descreídos? No sé, pero a mí se me hace difícil imaginar a Adamski intrigado; intrigado por algo, por lo que sea. Es algo que me parece incompatible con cualquier charlatán. En cuanto a los seis oficiales de las Fuerzas Armadas, me parece algo de lo más normal del mundo. Uno se va a cualquier acuartelamiento por la noche y le dice al de la garita: “Pshh, oye, tú, el de guardia, tráeme inmediatamente a seis oficiales, que quiero hablar con ellos”. ¿A qué sí? Sobre ovnis y militares se han dicho muchas tonterías, por ejemplo que una noche de abril de 1991 hubo un tiroteo entre soldados de reemplazo del Ejército del Aire y extrañas sombras (extraterrestres, seguro) en una playa de Mogán: http://naukas.com/2014/12/29/ovnis-y-militares-una-fabrica-de-leyendas.

Continúa nuestro novelista a tiempo completo indicando que “En agosto de 1947 Adamski y otras cuatro personas asistieron a todo un festival ovni. Llegaron a contar hasta 184 objetos, que sobrevolaron la zona en solitario y en formaciones de hasta 32 aparatos”. Ni 183 ni 185, 184; me gusta la precisión. “Sea como fuere, ninguno de los detractores, al menos hasta ahora, ha podido demostrar -al cien por cien- la posible falsedad de dichas fotos, así como los contactos directos y personales de Adamski, en 1952, con seres del espacio. Treinta años después el misterio Adamski sigue en pie”. Las populares y vergonzosas fotos de Adamski muestran unos divertidos ovnis con forma de tapacubos, y cuando Benítez escribió esa cosa en forma de artículo ya se sabía que Adamski era un cuentista de tomo y lomo. El investigador Mark Hallet, antiguo creyente de la sección belga de la cofradía de Adamski, ya sabía de qué pie cojeaba: http://tinyurl.com/ljehvb5. Así es el mundo del misterio y de lo alternativo.

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RCP.
ACDC. 18Feb2015.







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