Venus tráfico no identificado
Fecha Lunes, 28 octubre a las 09:47:06
Tema Noticias


El 17 de octubre se publicó en “Principia”, el suplemento de divulgación científica del periódico “Diario de Avisos”, de Santa Cruz de Tenerife, coordinado por Verónica Martín, el artículo titulado “Venus tráfico no identificado”, escrito por Ricardo Campo Pérez, Doctor en Filosofía y miembro del Aula Cultural de Divulgación Científica. Por su gran interés lo reproducimos más abajo. Se puede descargar el artículo en su formato original en ESTE ENLACE.

Venus tráfico no identificado.

Me he permitido plagiar el título de un artículo de Manuel Borraz publicado en 1995 para bautizar a éste porque no hay mejor epígrafe para lo que quiero contar. Como sabe el lector, la inmensa mayoría de lo que los periodistas del misterio han vendido durante décadas como apariciones de extrañas naves y misteriosos objetos celestes fueron simplemente confusiones con cuerpos astronómicos. Y entre ellos destaca el planeta Venus, la “reina de los ovnis”. Sí, el lucero más famoso y espectacular ha sido tomado por una luz extraña, extraterrestre y del quinto pino por muchas personas: policías, pilotos comerciales con miles de horas de vuelo, paisanos viajando en coche…



Venus es una de las explicaciones más controvertidas para los aficionados a los platillos volantes, que no pueden comprender que una observación “enigmática” fuera provocada por éste u otros planetas y estrellas. Su apertura mental les lleva a señalar como anatema, por ejemplo, el blog Misterios del aire http://misteriosdelaire.blogspot.com.es, de Juan Carlos Victorio (vean las entradas que aparecen bajo la etiqueta Venus).

Borraz indica en su artículo que en la percepción de un estímulo luminoso astronómico pueden influir varios factores que alteran su apariencia, como la refracción atmosférica, responsable del cambio aparente de forma y color del Sol en el ocaso o el centelleo de las estrellas. Asimismo, puede provocar efectos de movimiento aparente, cambios de color y en la intensidad luminosa. La dispersión atmosférica es, además, la responsable del color azul del cielo y de la tonalidad anaranjada y rojiza que adquieren el Sol y los planetas cerca del horizonte. Ambos efectos visuales pueden contribuir a la distorsión de una fuente luminosa celeste hasta convertirla en algo “misterioso” o “enigmático” ante testigos impresionables.

Algunos de los episodios nacionales más llamativos producidos por la confusión de Venus con una luz extraña por parte de pilotos aéreos comerciales son los de fecha 4 de noviembre de 1968, en la aerovía Barcelona-Alicante, y el 25 de febrero de 1969 en la aerovía Mallorca-Valencia. En el primero el comandante Lorenzo Torres dijo observar una luz o foco con dos luces laterales más pequeñas cuando volaba junto a la costa de Castellón, alrededor de las 18:30 horas, aunque según la transcripción de la conversación con la torre de control “pensó que la perdían de vista porque no se veía bien”. En marzo de 1969 este piloto realizó unas declaraciones a La actualidad española, en las que restaba importancia al incidente, admitiendo que podía tratarse del reflejo de una estrella. No era una estrella, sino Venus, que se hallaba justo en la dirección en se veía esa “extraña” luz. Y muy cerca también se hallaba Mercurio. En el segundo el comandante Jaime Ordovás aseguró observar una luz justo enfrente de su avión, sobre las 21:20 horas del 25 de febrero de 1969, cuando se dirigía en dirección oeste a Madrid después de haber despegado desde Mallorca. Tenía color blanco y, a veces, rojo, y se mantuvo a la vista durante unos diecinueve minutos. Aunque permaneció enfrente de los observadores, la luz dio la sensación de variar su distancia y altura en algunos momentos. Hacia el final llegaron a apreciar una forma triangular con los vértices iluminados. Allí se encontraba el planeta Venus, con su máximo brillo, que motivó la confusión del piloto.

Vale la pena añadir un caso canario: Venus localizado en el oeste fue la luz observada por el comandante Morales al mando de un Boeing 727 de Iberia, en ruta Arrecife-Las Palmas de Gran Canaria, el 12 de febrero de 1985, episodio ampliamente recogido por la prensa local. Comenzaron divisando el foco luminoso dos agentes de la Policía Local de Arrecife de Lanzarote que, después de informar a algunos compañeros, se desplazaron hacia el sur en automóvil; allí seguía la misteriosa luz, en dirección oeste “sobre la atalaya de Yaiza”. Llamaron al aeropuerto, desde donde se les respondió que los radares no registraban ningún blanco anómalo. Pero poco después la torre de control les confirmó que la tripulación de un vuelo interinsular estaba observando una luz no identificada. Ésta era roja, sonrosada e incluso verde, y efectuaba constantes movimientos. En el lugar indicado por el comandante -la misma dirección que la indicada por los policías- se encontraba Venus con su máximo brillo.

El periodismo de los misterios de diseño ha tratado de presentar estas explicaciones como una puesta en duda implícita de la profesionalidad de esos pilotos, torpe falacia que no merece mayor comentario.

Categoría: Publicaciones Recomendadas.

RCP.
ACDC. 28Oct2013.







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