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En la celebración de San Alberto
 

El 15 de noviembre de cada año, las facultades de Ciencias Experimentales festejan a su patrón, San Alberto Magno (1193/1206-1280), recordando así el día de su fallecimiento en 1280.

En conmemoración de dicha efeméride reproducimos a continuación el artículo sobre su vida y obra escrito por el Dr. Luis Vega Martín, Profesor Titular de Física Aplicada en la Universidad de La Laguna y miembro del Aula Cultural de Divulgación Científica. El artículo se publicó en el periódico “El Día”, de Santa Cruz de Tenerife, y está disponible en su formato original en la sección “Biblioteca” de esta página web.

En la celebración de San Alberto.

El 15 de noviembre de cada año, las facultades de Ciencias Experimentales festejan a su patrón, San Alberto Magno, aunque los actos correspondientes se ajustan según las necesidades académicas. Las facultades de Química, Biología, Matemáticas y Física (el orden es el de su creación en nuestra Universidad de La Laguna) se turnan en organizar la celebración. Esta celebración conjunta es una muestra de la unidad fundamental del conocimiento. Las divisiones por la especialización primero, y administrativas después, han fragmentado el conocimiento científico. Pero no sólo este mantiene una profunda unidad de métodos y conceptos, sino que en el correr de los años hemos vuelto a entender que es en la zona fronteriza entre las diferentes ramas de la Ciencia donde más trabajo y más aportaciones es posible extraer para la sociedad. Cada día más se impone el paradigma de la interdisciplinariedad. Hubo un tiempo, sin embargo, en que una persona podía alcanzar todo el saber de su época.



El patrón de Ciencias, San Alberto, nació en Suabia, Alemania, en torno al año 1200. Cursó estudios en la Universidad de Padua uniéndose a la recién fundada orden de Santo Domingo, atraído por el discurso de Jordán de Sajonia, segundo Maestro General de la Orden. En 1245, llega a Paris donde recibe el grado de Doctor en la ya prestigiosa Universidad de la Sorbona. Entre sus discípulos destacó Tomás de Aquino que, a la postre, sería el gran filósofo de la cristiandad.

Nos interesa aquí resaltar que Alberto de Suabia fue un erudito colosal (sus obras completas ocupan más de 40 volúmenes), que se interesó por todas las ramas del saber desde la botánica a la geografía, del estudio de los animales a la alquimia y, sobre todo, porque él es el primero de los filósofos cristianos que abre la puerta al estudio de la ciencia experimental, faceta en la que encontraría apoyo en su contemporáneo Roger Bacon.

En contra de las opiniones imperantes en su época y de toda la tradición cristiana, Alberto proclamará que “el ánimo de las ciencias naturales es la investigación de las causas que son ejercidas en la naturaleza”. En su tratado de las plantas, arroja el siguiente principio: “El experimento es la única guía segura en las investigaciones”. Profundamente versado como era en teología, declarará sin embargo: “Al estudiar la naturaleza, no investigamos como Dios, el Creador puede, como él mismo libremente desea, usar a sus criaturas para realizar milagros y de éste modo mostrar su poder: sino, debemos preguntarnos qué es lo que la Naturaleza con sus causas inmanentes, puede realizar”.

Sus escritos sobre mineralogía y sobre alquimia son una muestra de aguda inteligencia, en la que describe sus propios y cuidadosos experimentos. Es interesante notar que demuestra, con experimentos, errores de los alquimistas, aunque él mismo no puede avanzar demasiado, encerrado, como estaba, en el universo aristotélico de sólo cuatro elementos.

Sus conceptos y afirmaciones, hechas en el siglo XIII, marcan la importancia de San Alberto para nosotros, y explican su consideración de patrón de Ciencia moderna. Si es cierto que hay muchos penosos sucesos en los que la Iglesia ha ralentizado, cuando no abortado, el desarrollo del conocimiento científico, es justo resaltar (nobleza obliga) a quienes desde el seno de esa institución señalaban en la dirección racional.

Figura: Imagen de San Alberto Magno (1193/1206-1280) en un sello de correos de la República Federal Alemana de 1980. La imagen de este sello de correos se ha utilizado exclusivamente con fines docentes y divulgativos, sin ánimo de lucro.

Categoría:
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LVM.
ACDC. 14Nov2014.


Enviado el Viernes, 14 noviembre a las 09:24:49 por divulgacioncientifica (698 lecturas)
 
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