En ella encontrarán toda la información sobre las actividades desarrolladas por el ACDC de la Universidad de La Laguna (Tenerife) en relación con nuestros intereses: la divulgación científica, el análisis objetivo de las pseudociencias y la difusión del pensamiento crítico.  
Síguenos
Escépticos en el pub (Canarias)
Nuestra Universidad
Nuestra web hermana

La página web de los Cursos Universitarios Interdisciplinares de Extensión Universitaria “Ciencia y pseudociencias” de la Universidad de La Laguna
Petición

Pide que los remedios homeopáticos indiquen que su eficacia no está demostrada
El ACDC se adhiere

¡Fírmalo tú también!
No al recorte del Presupuesto en I+D
Otras Opciones
· Galería de Imágenes
· Consultas
· Encuestas
· Buscador
· Recomiéndenos
· Tu Cuenta
Usuarios Registrados
Nombre de usuario

Contraseña

Si todavía no tienes una cuenta, puedes crearte una. Como usuario registrado tendrás ventajas como enviar comentarios en los artículos o recibir información de nuestras actividades.
¿Misterios?: le están engañando
 

El 30 de julio de 2014 se publicó en el periódico “La Opinión de Tenerife” el artículo titulado “¿Misterios?: le están engañando”, escrito por Ricardo Campo Pérez, Doctor en Filosofía y miembro del Aula Cultural de Divulgación Científica. Por su gran interés lo reproducimos más abajo. Se puede descargar el artículo en su formato original en ESTE ENLACE.

¿Misterios?: le están engañando.

¿Tiene sentido que te vendan la posibilidad de sentir miedo para incitarte a acudir, pagando, a un espectáculo de misterio y terror o más bien es una estupidez? Yo creo que, más bien, es lo segundo. Tenía entendido que sentir miedo es una debilidad, así que promocionar un espectáculo apelando a tal posibilidad suena un poco decadente. Quizá porque el mercadeo del misterio, ya sea en forma de casas con espectáculo de terror, programas radiofónicos y televisivos de falsos enigmas a los que van algunos científicos que no saben realmente dónde se meten y otras chufas es, per se, un mundo decadente. Muy distinto sería que alguno de estos espectáculos consistiese en una representación típica de terror gótico, como las estupendas escenas del castillo del Drácula de Coppola, que acabara con un poco de pensamiento crítico y divulgación científica sobre cómo percibimos ciertos estímulos en ambientes ambiguos, cómo influyen nuestras creencias a la hora de interpretar esos elementos y cómo otorgamos credibilidad a cantamañanas que se presentan como expertos que son capaces de ir con una caja de zapatos forrada de papel de aluminio a una falsa casa encantada (como todas) para evitar que ruidos no deseados queden grabados en un grabador mientras sí se cuelan las vocecillas de los cuerpos desencarnados. Una casa, por ejemplo, como el Museo de Historia de La Laguna, donde los únicos fantasmas que campan son los que viven en San Borondón, la isla mítica que nunca existió, porque hoy sabemos que Wegener tenía razón. O como la casa del alma de Tacande, en La Palma, otra absurda leyenda que solo se traga gente con cerebro de pez o que supura ingenuidad por toneladas.



Se trata de un negocio (como todo el misterio mediático), pero con la variante turística, de tal forma que la transacción económica adquiere cuerpo como parte de una oferta cultural que había que cubrir. ¡Hasta se muestran preocupados por la instrucción del personal al que engatusan! Más bien, pienso yo, que soy un malpensado y un poco escéptico, que se trata de diversificar las formas de seguir aprovechando creencias locas de la gente en beneficio del bolsillo y del ‘postureo’ de unos cuantos cuya única evolución intelectual, con el paso de los años, consistió en perfumar un mundo apolillado de misterios y trascendencias ahora certificadas por sospechosos científicos creyentes. Porque se supone que alguien interesado en ese tercer mundo de maravillas comerciales debe volverse más correoso con el paso del tiempo, la experiencia debe hacerte santamente desconfiado y con mayor capacidad para discriminar. Mi recomendación es tener el insecticida a mano siempre que alguien prevea que un traficante de misterios, enigmas y otra fruta podrida (viajes astrales, psicofonías, casas encantadas, contactos telepáticos, precogniciones) cultivada en ciertas redacciones quiera acercarse a menos de cincuenta metros.

Si usted los ve, tápese la nariz con la mano porque cantan que da gusto; y no me refiero a la higiene personal. Se trata de mentes acomodadas en su debilidad, infantilmente festivas, alegres en su ignorancia, entusiastas por llevar metido a fondo el freno de mano que supone la “apertura al misterio”, todo para que el lector u oyente, el consumidor, vaya, se zampe unas cuantas majaderías que ya eran antiguas en el siglo XIX como “hechos inexplicables”. Afortunadamente en esta isla no tenemos solo los mundos pseudocientíficos de la calle de la piruleta paranormal: también contamos, por ejemplo, con el meritorio esfuerzo que algunos científicos de la Universidad de La Laguna están llevando a cabo para la recuperación pública la Casa Amarilla del Puerto de la Cruz. La importancia que para la historia de la psicología y de la ciencia en general tiene ese inmueble queda patente en este artículo de Carlos Álvarez: “100 años del nacimiento de la Psicología Comparada en Tenerife (I): W. Köhler y la Casa Amarilla”, disponible en http://www.cienciacognitiva.org/?p=902). ¿Hay psicofonías de chimpancés en la Casa Amarilla?

Categoría:
Publicaciones Recomendadas.

Ricardo Campo Pérez.
ACDC. 31Jul2014.


Enviado el Jueves, 31 julio a las 16:58:59 por divulgacioncientifica (576 lecturas)
 
Opciones

 Imprimir  Imprimir                

 Enviar a un Amigo  Enviar a un Amigo

"Usuarios Registrados" | Entrar/Crear Cuenta | 0 Comentarios
Los comentarios son propiedad de quien los envió. No somos responsables por su contenido.

No se permiten comentarios Anónimos, Regístrese por favor