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El día 1 de mayo se cumplen 162 años del nacimiento, en 1852, en Petilla de Aragón (Navarra), de Santiago Ramón y Cajal, que obtuvo el Premio Nobel de Fisiología o Medicina en 1906 “en reconocimiento de su trabajo sobre la estructura del sistema nervioso”, conjuntamente con el italiano Camillo Golgi.
Conmemorando tal efeméride recomendamos la lectura de una de sus obras clásicas, “Los tónicos de la voluntad”.
Los tónicos de la voluntad. Reglas y consejos sobre investigación científica.
Santiago Ramón y Cajal.
Editorial Espasa-Calpe, S. A. (Colección Austral nº. 227).
Madrid (1971, novena edición), 201 páginas.
ISBN: no figura.
Depósito Legal: M. 26.898-1971.
Texto de la solapa delantera:
Santiago Ramón y Cajal.
El célebre histólogo español nació en una aldea de Navarra, Petilla de Aragón, en 1852. Sus primeros años no revelaban al Premio Nobel -1906- que tanta gloria había de dar a su patria; antes al contrario, se mostraba tan díscolo y desaplicado que hubo de repetir algunas asignaturas del bachillerato y trabajar como aprendiz de zapatero y rapabarbas. Reintegrado a sus estudios, comenzó su nueva ruta, distinguiéndose notablemente durante la carrera de Medicina.
Pasó a Cuba con el grado de capitán en los servicios de Sanidad, sufriendo enfermedades que le obligaron a regresar a España. Se dedicó de lleno a trabajos de laboratorio y, tras algunos fracasos en oposiciones, logró cátedras en algunas Facultades de provincia, hasta alcanzar en Madrid la de Histología en 1892. Durante su larga vida trabajó con denuedo en la cátedra y en el laboratorio, publicó muchos libros y ensayos, dio conferencias en Europa y América, y sus descubrimientos sobre la morfología y conexiones del sistema nervioso central, que revolucionaron el campo científico, le valieron multitud de premios, títulos y honores de las entidades científicas del mundo entero. Además de Los tónicos de la voluntad, que publicamos en el presente volumen, han aparecido en nuestra Colección: Mi infancia y juventud, Charlas de café, El mundo visto a los ochenta años, Cuentos de vacaciones y La psicología de los artistas, obras literarias y de divulgación que por sí solas le hubieran bastado para alcanzar renombre universal. Murió en Madrid en 1934.
Índice de capítulos:
Prólogo de la segunda edición, costeada por la generosidad del doctor Lluria (página 9).
Prólogo de la tercera edición (p. 11).
I. Consideraciones sobre los métodos generales.- Infecundidad de las reglas abstractas.- Necesidad de ilustrar la inteligencia y tonificar la voluntad.- División de este libro (p. 13).
II. Preocupaciones enervadoras del principiante (Admiración excesiva. Agotamiento de la cuestión. Devoción a la ciencia práctica. Deficiencia intelectual) (p. 21).
III. Cualidades de orden moral que debe poseer el intelectual (p. 40).
IV. Lo que debe saber el aficionado a la investigación biológica (p. 63).
V. Enfermedades de la voluntad (p. 84).
VI. Condiciones sociales favorables a la obra científica (p. 96).
VII. Marcha de la investigación científica (p. 116).
VIII. Redacción del trabajo científico (p. 130).
IX. El investigador como maestro (p. 141).
X. Deberes del Estado en relación con la producción científica (Nuestro atraso científico y sus causas pretendidas.- Explicaciones físicas, históricas y morales de la infecundidad científica española. Los remedios) (p. 154).
XI. Órganos sociales encargados de nuestra reconstrucción (Pensionado en el extranjero. Importación de profesores. Creación de Colegios españoles en las principales ciudades universitarias de Europa) (p. 186).
Figura: Portada de “Los tónicos de la voluntad”.
Esta obra figura como recomendada en la sección “Biblioteca” de este sitio web.
Categoría: Publicaciones recomendadas.
ACDC. 30Abr2014.
Enviado el Miércoles, 30 abril a las 09:07:55 por divulgacioncientifica (907 lecturas)
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