Aprovechando la conmemoración del 270 aniversario del nacimiento en 1743 de Antoine-Laurent de Lavoisier, recomendamos un magnífico texto monográfico sobre su vida y obra publicado con el número 64 de la colección “Temas”, de la revista “Investigación y Ciencia”, la edición española de “Scientific American” (Editorial Prensa Científica, S. A.).

96 páginas de alta divulgación científica sobre Lavoisier, uno de los grandes personajes de la historia de la ciencia y el auténtico fundador de la Química como disciplina científica. Todo el número monográfico, salvo la presentación, está escrito por Marco Beretta.

El índice es el que sigue:

Presentación: Lavoisier y España (página 4).
Por José María Valderas.

1750-1764. Años de formación (p. 6).
Un interés precoz por la ciencia impulsa al joven Lavoisier a ocuparse de las disciplinas más dispares y a reconocer el retraso de la química, vinculada todavía a métodos cualitativos del pasado.

1764-1770. Tierra y agua (p. 14).
Con una actividad científica ecléctica y multiforme, Lavoisier logra entrar en la prestigiosa Academia de las Ciencias y comienza a criticar el concepto, de origen alquimista, de la transmutación.

1772-1773. La revolución está en el aire (p. 26).
Inspirado por los descubrimientos de diversos científicos sobre la naturaleza de los gases, Lavoisier comprende que es necesario reformar el cuadro teórico tradicional, en una empresa cuyas proporciones se anuncian revolucionarias.

1774-1777. La teoría del oxígeno (p. 34).
La publicación de su primera obra permitió a Lavoisier entrar en contacto con estudiosos de Europa entera y contribuir a un descubrimiento fundamental sobre la naturaleza de los gases.

1774-1776. El científico al servicio del Estado (p. 38).
Lavoisier participó activamente en la vida pública. Contribuyó a la reforma fiscal del ministro Turgot y aplicó sus conocimientos científicos a un perfeccionamiento de la producción de pólvoras.

1777-1782. El papel del oxígeno (p. 42).
Tras las investigaciones sobre la respiración animal, Lavoisier va precisando sin pausa la función del oxígeno, constituido en quicio fundamental de su nueva teoría química.

1783-1786. El redescubrimiento del agua (p. 46).
En un ensayo excepcional realizado en público, Lavoisier demuestra la naturaleza compuesta del agua y lanza un ataque frontal contra la teoría del flogisto, que todavía defendían la mayoría de los químicos.

1787-1788. Un nuevo lenguaje para la química (p. 51).
Lavoisier avanza un paso fundamental al proponer un sistema de nomenclatura química que permite por vez primera organizar los resultados experimentales en una teoría general y coherente.

1780-1788. Ciencia y reformas (p. 58).
Llamado a presidir diversas comisiones académicas sobre proyectos de reforma social, Lavoisier se esfuerza en aplicar su propia experiencia científica a la mejora de las condiciones en hospitales y cárceles.

1778-1784. Química, magnetismo y electricidad (p. 65).
La resonancia de los nuevos progresos en el sector de la química pneumática inspiró “descubrimientos” fantasiosos a personajes singulares. El más célebre de tales casos fue Mesmer, con su fluido magnético.

1789-1790. La revolución química (p. 72).
La actividad científica de Lavoisier culmina con la publicación de “Traité élémentaire de chimie”, obra fundamental que, a la luz de los descubrimientos sobre los gases, abre una nueva era para la química.

1789-1792. La ciencia revolucionaria (p. 80).
Desde el momento de la proclamación de la República, los científicos tomaron parte activa en las reformas encaminadas a la modernización de la sociedad francesa, como la de los pesos y medidas o la del calendario.

1789-1794. Lavoisier y la revolución (p. 85).
Pese a su adhesión entusiasta a los ideales revolucionarios, Lavoisier aparece ante los ojos de muchos jacobinos como una personalidad comprometida con el Antiguo Régimen: su aventura vital termina trágicamente en la guillotina.

Notas biográficas (p. 94).

Lecturas recomendadas (p. 95).

Categoría: Publicaciones Recomendadas.

JMRC.
ACDC. 26Ago2013.