Resulta bastante extendida la idea de que la homeopatía es otra más de las medicinas naturales en las que se pretende tratar enfermedades leves con plantas medicinales o extractos de ellas. La razón por la que podría existir esta asociación podríamos encontrarla en el hecho de que tanto las terapias de herbolario como la homeopatía entran dentro de la indefinida categoría de las medicinas alternativas.

Antes de entrar al tema de la homeopatía citaré una cuestión planteada por el músico Tim Michin y que será respondida más abajo. “¿Sabes cómo llaman a las medicinas alternativas que han probado eficacia?…”

Comparar la medicina basada en productos de herbolario con la homeopatía es análogo a comparar un masaje con la imposición de manos del Reiki (canalizar energía vital al paciente a través de las manos, a distancia). Un masaje puede ser terapéutico o relajante según quién lo dé y cómo lo dé. De la misma forma, un extracto de una planta puede o no ser utilizado en ciertos tipos de dolencias leves (nervios, irritación cutánea, etc), según los componentes que tenga la planta y la concentración a la que se encuentren. Ahora, al igual que la imposición de manos del Reiki no sólo no ha probado su eficacia (más bien se ha probado su ineficacia) sino que además sus principios violan los conocimientos básicos que disponemos de la naturaleza, la homeopatía no dispone de evidencias que apoyen sus afirmaciones que contradicen al mismo nivel las leyes naturales que conocemos.

La mejor forma de comprender la diferencia entre la homeopatía y la medicina de herbolario consiste en entender el grado de dilución al que se encuentran las soluciones empleadas en homeopatía. Una forma por la cual se denomina la dilución a la que se encuentra un producto homeopático es un número seguido de CH (Centesimal de Hahnemann), esto es un indicativo de diluciones seriadas, explicadas a continuación. “Se coge 1 ml de la sustancia original y se mezcla con 99 ml de agua. Se agita este preparado y se obtiene una dilución de 1 CH. A continuación, se coge 1 ml de este producto y se repite la operación; así se consigue una dilución de 2 CH” (http://queeslahomeopatia.com/historia-de-la-homeopatia/). Un ejemplo sería el de una solución 30 CH, que es bastante popular en el mundillo. Supongamos que partimos de una solución inicial que se encuentra a 1M (bastante concentrado), tras diluirlo hasta 30 CH nos encontraremos al final ante una dilución que sólo se puede entender viendo la imagen superior. El pequeño círculo rojo de la izquierda es el Sol, y a la distancia correspondiente, aplicando la escala, se encuentra la Tierra en el lado derecho (no se aprecia de lo pequeña que resultaría). El círculo azul situado en la distancia entre el Sol y la Tierra contendría el volumen de agua necesario para disolver una única molécula del componente activo de tal forma que resulte una dilución 30 CH.

Dejaré que el lector saque las conclusiones correspondientes y me limitaré a responder a la pregunta que introduje al principio del artículo, “… medicina”.

Guido Santos Rosales (ACDC).

Categoría: Pseudociencias.

ACDC. 10Jun2013.